Trabajan en un nuevo tipo de vacuna de segunda generación contra el Covid-19
Inter News Service
San Juan, 21de enero de 2022 – Existe la posibilidad de pasar a una nueva vacuna de segunda generación contra el Covid-19, a partir de las investigaciones que la compañía farmacéutica Novavax ha venido desarrollando ―de una forma particularmente inventiva― para crear una vacuna contra la gripe y que ya ha comenzado a utilizarse contra el SARS-CoV-2.
Los científicos de la compañía Novavax habían descubierto un poderoso adyuvante antiviral, llamado Matrix-M, que proviene de la corteza interna de un árbol endémico de Chile, el Quillaja Saponaria, conocido como el árbol de jabón.
En un ensayo de fase III, generalmente la etapa final de la prueba inicial, que involucra a un gran número de personas, no solo produjo una respuesta de anticuerpos más fuerte que las vacunas contra la influenza existentes, sino que también brindó protección cruzada contra múltiples cepas de influenza.
A principios de 2020, Filip Dubovsky estaba trabajando para AstraZeneca cuando se enteró de otra compañía farmacéutica llamada Novavax, estaba desarrollando una forma particularmente inventiva de crear una vacuna contra la gripe. Dubovsky estaba intrigado, tanto que en junio de 2020 se unió a Novavax como su director médico para trabajar en la vacuna contra el Covid-19 de la compañía.
La suya se convirtió recientemente en la primera de las vacunas de segunda generación en llegar al mercado, recibiendo inicialmente una autorización de emergencia en Indonesia y Filipinas.
Los expertos consideran que la tecnología que combina el adyuvante Matrix-M con una vacuna más tradicional basada en proteínas siempre tardaría más en desarrollarse que los métodos utilizados por la primera ola de vacunas contra la Covid-19, basados en ARN mensajero (ARNm) y adenovirus.
Los datos suministrados cuando surgieron las variantes Alfa y Beta demostraban que las vacunas contra el Covid-19, basadas en ARN mensajero (ARNm) y adenovirus, tenían una efectividad del 93% contra eas variantes, aunque no se ha publicado ninguna eficacia determinante contra la cepa Delta dominante y aún menos contra Omicron, que no sea aminorar o minimizar la gravedad y hospitalizaciones de la enfermedad viral, pero no evitar los contagios.
Dubovsky dice que, al igual que con la vacuna contra la influenza de Novavax, el uso del adyuvante significa que la vacuna estimula la producción de anticuerpos neutralizantes que son de mayor calidad.
“No se trata sólo de lo alto que llegan los anticuerpos, sino de lo buenos que son”, explica Dubovsky. “Tenemos datos de los primeros estudios clínicos que muestran que nuestra vacuna de la corteza interna del árbol de Jabón fue capaz de generar anticuerpos neutralizantes de muy alto nivel. Por lo tanto, estos no son solo anticuerpos que pueden reconocer la espícula, sino que en realidad pueden detener la propagación del virus”, agrega.
Dubovsky espera que su nuevo adyuvante pueda ayudar a prevenir las llamadas “infecciones progresivas”, mediante las cuales las personas completamente vacunadas pueden infectarse.
Las infecciones progresivas siguen siendo un problema importante en curso, particularmente a raíz de la variante Delta, con estudios que estiman que las tasas de infección avanzada pueden oscilar entre 1 en 100 y 1 en 5.000, según la población.
Generar más anticuerpos y de mejor calidad es una de las principales formas en las que las vacunas de segunda generación esperan destacar, como una posible opción de refuerzo en Estados Unidos y Europa, pero también como una vacuna primaria en muchas partes del mundo.
Algunas vacunas de segunda generación dotarían al sistema inmunológico de más y mejores anticuerpos