Periódico El Sol de PR
SAN JUAN, PR – La Vicepresidenta de la Cámara de Representantes, Lourdes Ramos, instó a todos los alcaldes de la Isla a que colaboren con el gobierno estatal en la protección de los sectores vulnerables de la sociedad durante la cuarentena del Covid-19, al monitorear las necesidades de los hogares de envejecientes, las personas encamadas y los albergues de mujeres maltratadas.
Ramos dijo que se ha visto el empeño de los alcaldes en controlar quién entra y sale de sus jurisdicciones, pero no conoce si ese mismo ánimo se despliega en los hogares de envejecientes o de personas encamadas que tal vez necesitan una mayor atención por la vulnerabilidad que representan ante el coronavirus.
“Tal vez esto no genera noticias, pero entiendo es una responsabilidad vital en la que los municipios pueden hacer una gran diferencia”, comentó la representante.
La legisladora no descarta que, ante la pandemia, los hogares de envejecientes en cada jurisdicción municipal puedan estar atravesando algún tipo de situación con suministros, provisiones, personal de apoyo, limpieza en sus alrededores, seguridad o cualquier otra circunstancia en que el municipio pueda insertarse para colaborar.
“Tal vez no tienen ahora personal para asperjar contra el dengue, limpiar los alrededores o espacios cercanos para contener vectores y criaderos de mosquitos, como pudieran estar necesitando de alguna otra ayuda fuere de esparcimiento o de atención de su salud”, afirmó.
Explicó Ramos que el hecho de que todo el mundo esté sin generar ingresos, puede estar poniendo a los hogares de envejecientes en aprietos económicos, que se traducen en el servicio que reciben.
“Los alcaldes tienen un trabajo social que es prioritario y que, en esta grave circunstancia de salud pública, debe ser una prioridad”, apuntó.
En esa línea, siguió diciendo Ramos, que los ejecutivos municipales ya tienen un censo de personas encamadas que sirve para garantizar el derecho al voto en las elecciones. Así las cosas, en esta oportunidad ese censo puede ayudar a salvar vidas, detectar condiciones apremiantes, como apoyar a las familias y cuidadores de que sepan que no están solos enfrentando la adversidad.
“Incluso, ya que hay envejecientes cuidando envejecientes, el municipio puede estar atento igualmente a la salubridad en el entorno para atender cualquier situación que les presente un riesgo, ya sea de iluminación, limpieza o fumigación, como control de maleza”, acotó.
Igualmente insistió que, los albergues de mujeres maltratadas, no solo deben ser una prioridad para vigilancia preventiva, sino, que los programas municipales de bienestar social pueden ser de gran ayuda para apoyar la función de estos albergues que es proteger a las víctimas de violencia.
“Mi llamado es a la sensibilidad y a destacar, que hay muchas otras cosas en que los alcaldes pueden hacer una diferencia entre la vida y la muerte en una cuarentena como esta, que solamente sirviendo de guardias de tránsito en las carreteras”, añadió Lourdes Ramos.
