Periódico El Sol de Puerto Rico
Por Agustín Muñoz
Guayanilla, PR / 18 de febrero de 2022 – Los residentes de la comunidad El Faro del barrio Rufina de Guayanilla son testigos presenciales de cómo su área costera ha cedido de forma significativa. Eso ha provocado que las aguas marítimas se adentren hasta sus viviendas. Según datos oficiales, se estima que la costa allí ha perdido entre 150 a 200 pies de arena.
La costa guayanillense es una fracción de la ocurrencia de la erosión en las playas de la isla tras el paso del huracán María en 2017.
El estudio “Hallazgos del estado de las playas de Puerto Rico post-huracán María”, realizado por el Grupo de trabajo del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePI-PR), revela que la costa de Guayanilla tiene una extensión de 32 kilómetros.
La data publicada establece que para el 2018 el 17% de la costa estaba compuesta por playas con extensiones de ancho que varían de 3 a 20 metros. El restante de la costa presentaba un 25% rocosa y un 42% de vegetación. Para cuando ocurrió el devastador ciclón en septiembre 2017, el 37% de la costa playera del municipio ya presentaba erosión. El grupo identificó zonas afectadas con mayor erosión como áreas de Punta Ventana, el sector El Faro y Playa de Guayanilla. Destacó que seis meses después del paso del huracán María la erosión se presentó en un 56 % de la costa playera guayanillense. Las áreas que sufrieron mayor erosión para marzo 2018 se ubican en secciones de la playa El Faro, Punta Verraco y Punta Ventana.
La profesora Maritza Barreto Orta, oceanógrafa geológica y directora del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePi-PR), ha dicho que aunque la zona de El Faro ya estaba afectada por erosión costera, la secuencia sísmica del oeste ha provocado que el impacto de vulnerabilidad haya aumentado en esa zona. “Esta realidad presenta un aumento en la inseguridad de las comunidades aledañas ante marejadas, huracanes y otros eventos. Añadió que, en las observaciones y análisis de datos del estudio, se presenta una migración de la línea de agua (orilla del mar), importante de 24.4 metros tierra adentro en algunos sectores de la costa del municipio, a seis meses del huracán, que se sabe empeoró con el hundimiento de siete pultadas que hubo tras los terremotos”, se le cita textualmente.
Ese mismo estudio muestra que la costa de Guánica tiene una extensión de 46 kilómetros y que la mayor parte de la costa, un 50%, está compuesta por manglares. El restante de la costa representa un 14.5% con playas y un 8.25% de costa armada “con algún tipo de estructura dura”.
En el caso de Guánica, el estudio citado recoge que para septiembre 2017, el 50% de sus playas presentaban acreción y un 50% erosión. Entre las playas que se identifican con acreción está Playa Santa. Se identificó erosión en Playa Ballenas y Caña Gorda. Para julio 2018 se identificó un aumento de acreción en las playas del municipio. Sin embargo, hubo ocurrencia de erosión de playas para las secciones de Playa Santa, La Jungla y Ballenas.
Uno de los factores que contribuye a la erosión costera es el provocado por el cambio climático y construcciones sin permisos cerca del mar. Se dice que cuando el oleaje entra a las costas causan daños a esas en viviendas vulnerables.
