Elí Dávila…del aula a la trova puertorriqueña

Elí Dávila

Periódico El Sol de Puerto Rico

Por Myriam Enid Rodríguez Hernández 

“Pon el corazón, mente y el alma incluso en los actos más pequeños. Ese es el secreto del éxito” (Swami Sivananda)

7 de enero de 2022 – La depresión es unas condiciones emocionales más comunes. A veces nos tira a un vacío, en otras nos eleva hasta el infinito. Tal es el caso de la profesora, militar y ahora trovadora Elí Dávila. Su historia es una de superación digna de admirar. Y ya con un diagnóstico en mano decide buscar una mejor calidad de vida y se decide a desarrollar su gran pasión que es cantar.  Maestra por vocación y devoción a los niños. Militar por convicción. Y trovadora por amor a nuestra cultura. Criada en los Estados Unidos siempre deseó volver a sus raíces. Nacida en el barrio Guayabal, sector Cuevitas, esta hija de don Mariano Dávila, promesero y músico y de doña Petronila Cruz, a los 16 años tomó su equipaje y regresó a su cuna. Tiene 6 hermanos y solo ella heredó la afición por la cantada. Sirvió por 18 años a la Guardia Nacional de Puerto Rico. 

Es parrandera de corazón y una eterna aprendiz y estudiante. Elí es muy polifacética. En su deseo de perfeccionar su arte estudia música con el gran Edgardo Rivera y pronto comenzará formalmente a estudiar trova con el eterno niño trovador Luis Daniel Colón. Me cuenta que sus mayores influencias como mujeres trovadoras lo son El Ángel que Canta, la villalbeña Marilyn Cruz y la Jíbara de las Lomas, la gran Luz Celenia Tirado. Formalmente se inicia en el 2014. Cabe señalar que también estudia percusión en la Escuela de Bomba y Plena en el Centro Cultural Carmen Solá de Pereira en Ponce. Por lo que lleva el sandungueo en la sangre. 

No compone, pero esas hermosas letras con las cuales nos deleita se las escribe el señor Johnny Rodríguez. Actualmente forma parte de la plantilla de mujeres trovadoras del Grupo Acordes Boricuas de Frank Cortés y ocasionalmente con el Maestro del Cuatro Irvin Santiago donde canta aguinaldos, seises y trullas que son sus favoritas.  Su vida militar la convirtió en una mujer muy disciplinada y busca siempre aprender más y dar lo mejor de sí.

Con la agenda repleta y muchos sueños por cumplir esta historia de superación de Elí espero cale hondo en ti mi querido lector. De una profunda y triste depresión salto a cumplir su más importante misión. Solo que esta vez no uniformada ni con fusil en mano, sino con un micrófono y un gran baúl lleno de muchas esperanzas de poder llevar alegría y un mensaje positivo de que cuando se quiere se puede. 

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