Cooperativas de ahorro y crédito: Efectividad en momentos de crisis

Por: Agustin Muñoz / El Sol de Puerto Rico


La emergencia a raíz del huracán María puso de relieve lo que muchos sabíamos con respecto a las cooperativas de ahorro y crédito: su efectividad en momentos de crisis.

De hecho, un estudio confiado por la Asociación de Ejecutivos de Cooperativas (ASEC) reveló “que, en promedio, la mayoría de las sucursales reanudó operaciones a 48 horas del paso del huracán”. Es decir, la mayoría de los servicios de estas cooperativas estuvieron disponibles casi inmediatamente después del azote atmosférico.

William Ortiz, vicepresidente de la Cooperativa de Yauco, se hizo eco de lo anterior y señaló que el suceso del año pasado ha llevado a su entidad a enfilar sus esfuerzos hacia el mercado de la juventud, entre otros. Incluso, dijo, estarán capacitando jóvenes para que eventualmente se conviertan en los líderes del movimiento cooperativo.

“Vamos a cambiar los sistemas de información para que los jóvenes y público general pueda accesar (sic) a sus cuentas; puedan depositar a través de la ATH; van a tener un cajero 24 horas o como una persona atendiéndolos 24 horas; hacer pagos, transferencias de fondos de unas cuentas a otras”, explicó.

En esa misma dirección, agregó que las líneas de crédito pronto estarán disponibles para las pequeñas empresas (Pymes) de Yauco y pueblos adyacentes.

Ortiz, expresidente de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, reconoció que la mentalidad del consumidor puertorriqueño cambió tras el huracán. “Hay que reinventarse, buscar nuevos nichos de oportunidades y negocios. Es decir, la resiliencia de las cooperativas, en el caso nuestro, no solamente ha sido para volver a donde estábamos si no para fortalecer más la cooperativa”, indicó.

Subrayó que el avance de las cooperativas de ahorro y crédito es tal “que no tenemos nada que envidiar a la banca comercial”.

Por su parte, Jaime Madera, Presidente Ejecutivo de la Caribe Coop de Guayanilla, dijo que, aunque no les fue fácil pudieron reanudar operaciones días después del ciclón. “Ya todo se ha normalizado, gracias a Dios y la economía está mejorando. Lo que buscamos fue estabilizar los servicios a los socios. En los préstamos hipotecarios hicimos modificaciones y también en los personales hicimos muchas ofertas para que los socios pudieran coger préstamos pequeños para resolverse después del huracán, como arreglar sus casitas, reparar los carros que se dañaron. Ayudamos bastante, nunca nos faltó el efectivo”, aseguró Madera, quien aludió al plan de comunicaciones que pusieron en vigor para informar a su matrícula de socios.

Cuando el país apenas comenzaba a reconocer los efectos dejados por el huracán María, muchas cooperativas de ahorro y crédito activaron sus operaciones para proveer dinero en efectivo y servicios a sus socios casi de inmediato.

El estudio de ASEC reflejó que a un mes del huracán María “el 94% de las más de 260 sucursales cooperativas estaban operando” a pesar de que el 30 por ciento de los 4 mil empleados y ejecutivos de las cooperativas sufrió algún tipo de daño provocado por el mal tiempo.

“A un mes de María, todavía había 17 municipios donde solo las cooperativas estaban dando servicios financieros. Qué mejor evidencia de compromiso comunitario que, pese a la falta de diésel, sistemas de comunicación y seguridad, las cooperativas se las arreglaron para abrir y servir a los más de un millón de socios y clientes a quienes nos debemos”, escribió, por su parte, Heriberto Ortiz, Presidente Ejecutivo de Coopharma, el conglomerado de farmacias cooperativas de la isla.

Datos oficiales recogen que en 2017 Puerto Rico tenía una población ascendente a 3,337,000 habitantes de los cuales 983,186 eran socios de cooperativas.

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